Los primeros 20 años de Educación Sexual en Colombia

17 septiembre, 2013
Hacer un breve recuento de lo que han sido estos 20 años de educación sexual en Colombia, es la oportunidad de ver de cerca, cómo se ha desarrollado la actividad sexual de los niños, niñas y adolescentes en nuestro país durante estas dos décadas, y hacia dónde nos dirigimos de seguir por este camino. También es la oportunidad para detenerse a analizar los aciertos y desaciertos de las políticas que lo acompañan.

Antes de la resolución 03353 de 1993, por medio de la cual se introduce la educación sexual obligatoria en Colombia, ésta se enseñaba en las clases de ciencias naturales y salud, o en las clases de comportamiento y salud, desde una visión biológica del cuerpo humano. En 1994, mediante decreto reglamentario, se establece que la enseñanza de la educación sexual se cumplirá bajo la modalidad de proyectos pedagógicos. En 1999 el Ministerio de Educación desarrolla el Proyecto Nacional de Educación Sexual y Reproductiva y en el 2003, con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, a través del Ministerio de la Protección Social, hace pública la Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva.

En el 2005 el MEN toma la decisión de unir el Proyecto de Educación Sexual, al de Construcción de Ciudadanía, para hacer un proyecto piloto en el 2006.

En el 2008 se hace el lanzamiento del Programa Nacional para la sexualidad y Construcción de Ciudadanía que está hoy vigente.

 

Usar la modalidad del “proyecto” para establecer la enseñanza de la educación sexual en Colombia, implicó hacer un cambio radical, en el sentido de que un proyecto consiste en un conjunto de principios, propósitos y acciones encaminados a promover un proceso permanente de comprensión y construcción colectiva de conocimientos, actitudes, comportamientos y valores personales y grupales en torno a un tema, en este caso la sexualidad. Con la vinculación al tema de construcción de ciudadanía, se empiezan a enseñar competencias para la vivencia de la sexualidad y adicionalmente, deja de ser una cátedra aislada o  una asignatura específica, para empezar a impartirse de manera transversal.

Actualmente nos rige el PNESCC y está apoyado por numerosas leyes, decretos y proyectos que lo desarrollan.

 

La gravedad de este Programa radica en 3 puntos: 1. que es un modelo de educación sexual explícito y contraceptivo, enfocado en la gratificación inmediata y separado de la familia y del matrimonio. 2. Aísla a los niños de sus padres al darle a los menores primacía a su ser “sujetos de derechos”, y no sujetos a la autoridad paterna. 3. No es ya un modelo biológico, como lo fue el anterior, que fracasó también por estar desligado de los valores, deformándose en la promoción de la ideología de género, de una manera emancipada, silenciosa, engañosa  y traicionera a la educación que los padres queremos brindarle a nuestros hijos.

Este último punto es la gran novedad ideológica, ya que a los escasos 8 años se le enseña a los niños que ellos pueden definir su orientación sexual, y que ésta no está dada por las condiciones biológicas con las que nacieron.

 

Poco a poco,  términos como democracia sexual, tolerancia, género, equidad, diversidad, competencias ciudadanas, homofobia, construcción de ciudadanía,  derechos sexuales y reproductivos empiezan a invadir nuestro entorno en medios de comunicación, debates políticos, paraderos de buses, cartillas y cátedras de educación sexual. Todos estos términos pertenecen a la ideología de género que para nuestros menores empiezan a ser parte de un estilo de vida, cuyos planteamientos han venido ingenuamente apropiando, producto del adoctrinamiento y manipulación de un grupo de personas cuyos intereses están centrados en exaltar  positivamente las características de un colectivo minoritario y presionar para que una sociedad entera las asuma como propias. Esta ideología ha entrado en nuestras casas a través de la educación, de la política y las leyes, apoyada por la cultura (medios de comunicación, música, videos, internet, etc..)

 

El resultado parcial de la implementación de este programa es realmente alarmante:

  • Aumento de la promiscuidad y libertinaje sexual (bajo el título de libertad y al ser sujetos garantes de derechos): 20% de los jóvenes entre 14 y 15 años han practicado el sexo oral
  • Aumento de embarazo adolescente, aumento de abortos y violación contra el derecho a la vida: 20.000 bebés nacen anualmente de madres adolescentes y 15,3% de las adolescentes ha estado embarazada
  • Aumento de enfermedades de transmisión sexual: 10 personas se contagian cada hora con alguna ETS
  • Aumento de suicidios, de enfermedades psiquiátricas y alimenticias: el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años.

Fuente: EDS Bogotá 2011

  • Aumento de la violencia contra la mujer
  • Distanciamiento entre padres e hijos
  • Aumento en las prácticas homosexuales
  • Aumento de las enfermedades de garganta (cáncer)

En Colombia el inicio de la actividad sexual se da en hombres a los 13.5 años y mujeres a los 14.8 años.

 

Si todas estas cifras son proporcionadas por nuestras entidades gubernamentales, ¿será que los expertos no entienden estos resultados? o más bien ¿Será que no lo quieren ver? ¿Por qué seguir con este engaño? ¿Hasta cuándo?

 

¿Será suficiente con que las políticas sigan proporcionando información sobre planificación familiar, infecciones de transmisión sexual, embarazo y aborto, o a enseñar “competencias” ciudadanas?

 

NO, no es suficiente! Y nuestros hijos están llamados por derecho y por deber, a recibir lo mejor, a ser sujetos del derecho a la verdad, a no ser engañados por más tiempo. Y necesitan de adultos responsables que les hablen claro y sin tapujos. Nadie puede hacer el papel que un papá responsable y coherente puede hacer con su hijo.

Compartir
: : Publicado en PADRES AL DIA ! :: Comentar »

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *