El Programa Nacional de Educación Sexual del MEN: una propuesta ideologizada, donde NO caben los padres de familia!!

8 junio, 2012
El martes de esta semana, tuvo lugar una reunión entre funcionarios del Ministerio de Educación encargados de la promoción e implementación del Programa Nacional de Educación Sexual y Construcción de Ciudadanía, y un equipo interdisciplinario convocado por la Red Familia Colombia en el que participaron varias universidades del país, rectores de colegios, organizaciones y movimientos familiares así como abogados, pedagogos y psicólogos, en la que presentaron sus críticas al programa mencionado así como una propuesta alternativa.
Dicho equipo argumenta que el programa se centra en una ideología reduccionista y adoctrinadora que destruye el orden social, ético y moral y que busca pagar una deuda histórica a una comunidad minoritaria, a costa del sano desarrollo sexual de los niños, niñas yadolescentes colombianos, así como de la vulneración de derechos fundamentales promulgados en la Constitución Política de Colombia (la libertad a la educación y la primacía de los padres en la educación de los hijos, entre otros).
Utilizar los Derechos Sexuales y Reproductivos, que en sí mismos están cargados de ideología, y apelar a ellos como Derechos Humanos, contradice el surgimiento de los mismos en 1948, cuando fueron reconocidos (y no creados) por la ONU precisamente para librar al mundo de las ideologías dominantes en ese momento.
El Ministerio expuso de manera más amplia el Programa, en el cual se busca que todos los niños y jóvenes reconozcan sus derechosSexuales y Reproductivos que incluyen, elegir libremente su orientación sexual así como la búsqueda del pleno desarrollo del placer de acuerdo a la función erótica de la sexualidad. Todo lo anterior, basándose en una política transversal de género, diversidad y tolerancia.
La citada mesa resaltó con preocupación, que en los tres manuales del Programa, se nombra una sóla vez la palabra “amor”, ignorando esta dimensión fundamental de la sexualidad humana en sus fundamentos, y en cambio invita a la formación en competencias ciudadanas que exaltan la reclamación de derechos sexuales, sin deberes ni obligaciones, basados básicamente en la búsqueda del placer.
“Aprender a valorar, en lugar de aprender valores”, es otro de los principios del Programa, lo que significa, empoderar a los niños y jóvenes a tomar decisiones ignorando los valores intrínsecos del ser humano.
Otra crítica a dicho Programa es la negación del carácter natural de la existencia de dos sexos, el femenino y el masculino, considerados en el Programa como una construcción social subjetiva que según la ideología a la que responden, ha contribuido a unas relaciones de carácter patriarcal y hegemónico.
De este planteamiento se desprende por lo tanto, la negación de la familia natural, conformada por un hombre y una mujer (reconocida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por nuestra Constitución), ya que ésta reproduciría la estructura patriarcal y hegemónica ya mencionada.
En definitiva el planteamiento del Programa Nacional de Educación Sexual y Construcción de Ciudadanía niega la diferencia entre un género y otro, razón por la cual el individuo define, según sus gustos, qué quiere “ser”, cuándo, y cómo. Así pues el ser humano podría circular libremente por todo tipo de relaciones sexuales imaginables, bien con los de su mismo “sexo”, bien con los del otro o adoptar comportamientos de un género u otro indistintamente.
El Ministerio por medio de dicho Programa, asegura que de esta manera se lograría una auténtica sociedad democrática (“democracia sexual”) por cuanto que todas las supuestas imposiciones culturales relacionadas con ser hombre y ser mujer se anularían en aras de una “igualdad”. Este planteamiento borra de un plumazo las diferencias ontológicas y naturales de hombres y mujeres destruyendo la complementariedad de los sexos, la posibilidad de procreación y, en última instancia el concepto de conyugalidad, matrimonio y familia.
El programa citado es una apuesta por una reingeniería social que desconoce el derecho-deber de los padres respecto a la educación de sus hijos acorde con sus creencias y convicciones y manipula las mentes y corazones de niños, niñas y adolescentes en proceso de formación, dependientes, por ley, exclusivamente de sus padres.
Por lo tanto, aseguran que nos encontramos ante un problema de LIBERTADES, en el estado pretende educar o adoctrinar, como en cualquier estado totalitario.
La Red Familia Colombia aseguró que librará la batalla de las libertades hasta que dicho programa sea suspendido y se garanticen los derechos fundamentales de los padres y de los niños en Colombia, y radicó un derecho de petición respaldado por más de 4.500 firmas, en un primer impulso por demostrar la insatisfacción e indignación generalizada de los padres de familia en Colombia.
El Ministerio, en representación de sus funcionarios aseguró estudiar a fondo el documento presentado y se comprometió a abrir nuevos espacios de diálogo y participación de los padres de familia.
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